Edward Alexander Crowley(Reino Unido, 1875-1947), más conocido como Aleister Crowley, cuyo apodo era La Gran Bestia, fue un influyente ocultista, místico, alquimista, escritor, poeta, pintor, alpinista y mago ceremonial inglés, que fundó la filosofía religiosa de Thelema. Fue miembro de la organización esotérica Orden Hermética de la Aurora Dorada, además de fundador de la Astrum Argentum y, finalmente, líder de la Ordo Templi Orientis (O.T.O.). Hoy en día es conocido por sus escritos sobre magia, especialmente por El Libro de la Ley, el libro de Thelema, aunque también escribió profusamente sobre otros temas y géneros, como ficción y poesía.
Ocultista, poeta, espía, alpinista, mago y profeta. “El hombre más depravado del mundo”, según la prensa; “La Bestia”, según su madre; y «uno de los 100 británicos más importantes del siglo XX», según la BBC. Nadie sabe, en realidad, qué o quién fue Aleister Crowley porque en su figura convergen mitos y datos con la misma fluidez con la que él mezclaba magia y ciencia en sus rituales. ¿Era un siervo de Satán? ¿Era el gurú de los Beatles? ¿Era el padre de Bárbara Bush?
Durante su luna de miel en El Cairo, Crowley escuchó la voz de un mensajero del dios Horus que le dictó El libro de la ley. Esta obra es a la religión fundada por Crowley, Thelema, lo que la Biblia al cristianismo. Thelema partía de la base de que el viejo orden mundial había colapsado y ofrecía guía ante la nueva era. Crowley se postulaba así como el líder espiritual del nuevo orden.
La realidad es que en la época en la que se desarrolla la novela del Diario Crowley participó en algunos rituales donde invocaba demonios que requerían sacrificios de sangre. Varios cultos satánicos y ceremonias oscuras han venerado su obra como textos sagrados.
Precisamente Crowley pasaría por España en su viaje hacia el Cairo y en la novela jugamos con la posibilidad de que participara en esta trama llena de misterio y que ¿por qué no? fuera protagonista de los terribles sucesos que rodearon la vida de Elisa.
Las sectas satánicas fueron un fenómeno común años posteriores a la época de Elisa pero este personaje, que no deja indiferente a nadie, es una excusa perfecta para dar credibilidad al Diario. Espero que estos datos os ayuden a entender la trama y os hagan más divertida la lectura de la novela.